suerte

 

ayer tuvo lugar el examen de matemáticas de evau (lo que viene siendo selectividad) en madrid. a mis alumnas de 2º de bachillerato les deseé suerte antes del examen, y después les volví a desear suerte para la corrección.

en mi cole, de pequeños, incluso le deseábamos suerte al compañero cuando el profesor le llamaba para que recogiera su examen calificado. obviamente, en ese caso no hay nada que la suerte pueda hacer, dado que la nota ya está puesta. aun así, visto ahora, me parece un bonito gesto de compañerismo.

...a menos que en la nota del examen se produzca una superposición cuántica, y que ésta se resuelva en un sentido o en otro sólo cuando el alumno observe su examen corregido. este tema seguro que le gusta a romaxu. ;)

también es una suerte haber visto en persona a la escritora carme chaparro, por segundo año consecutivo. ha estado firmando en la feria del libro que se celebra todos los años en el parque del retiro de madrid.

mi personaje preferido de su reciente novela ‘delito’ es iluminada mellado, una irreverente periodista. carme me ha explicado hoy que se inspiró en una periodista real, luz sánchez-mellado. confieso que no la conocía, ya investigaré sobre ella.

en cualquier caso, me apetecía compartiros un divertido fragmento en el que interviene ‘ilu’, como la llaman sus personas cercanas.

–Espera –les interrumpe Iluminada, ¿puedo sentarme en el sofá? –Berta asiente, qué pregunta más rara–. Ay, gracias. Y perdona por esto. –Se reclina sobre el respaldo, estira las piernas y las apoya en el pequeño taburete de madera en el que hasta hace dos días estaban los restos de una planta muerta–. Ufff, Virgen santísima, qué alivio –suspira–. Hija, es que llevo un día que ya no puedo más. Pero es que no me puedo bajar de los tacones. No sabes cómo han cambiado las cosas. Las niñas de ahora van todas en zapatillas incluso para la tele, ¿te acuerdas de cuando os pasabais el día en tacones haciendo guardias y persiguiendo a los malos? Qué tiempos. Pues yo he hecho el camino inverso. He pasado de la zapatilla al tacón. Será que quiero contrarrestar la fuerza de la gravedad que tira de mis tetas hacia el suelo, pensando que cuanto más lejos estén de él, menos atraídas se sentirán. Sí –suspira–, me conservo fenomenal, pero ya soy una señora mayor.

en eso de la gravedad tiene razón iluminada! la fuerza con la que se atraen dos cuerpos es directamente proporcional al producto de sus masas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa.

cierro el inciso y continuamos leyendo este interesante pasaje de ‘delito’.

–¿Señora mayor? –Eso sí que no es normal en Iluminada.

–Cariño –responde, mirándola fijamente, como cada vez que está a punto de soltar una frase lapidaria, en eso sí que no ha cambiado–, cuando una tiene en el móvil más aplicaciones de descuento de los supermercados que apps para ligar, ha llegado a un punto de no retorno.

Ahora es Chiqui el que se ríe.

Estas señoras mayores...

–Bueno, me puedo quitar los tacones y masajearme los tobillos, ¿verdad? –Los mira a los dos–. Que no huelen mal, que esta señora mayor aún tiene fuerzas para entrar en la ducha cada mañana. Y mañana y noche si hace tanto calor como hoy.

ejem... gracias por la aclaración, está bien saberlo. :P

Tras un rato de silencio masajeándose los pies, Iluminada cierra los ojos y exhala con la potencia de un secador todo el aire que parecía haber acumulado en sus piernas, como si hubiera logrado deshincharlas con un pinchazo.

le he enseñado a la autora, en mi móvil, la entrada que escribí hace dos semanas sobre los circuitos de recompensa del cerebro, y que fue inspirada por una frase de su novela. de ahí lo que me ha puesto en la dedicatoria. :)