este fin de semana no se me ocurre nada que publicar, y
además voy a estar ocupado haciendo una práctica de doblaje. es un breve
diálogo de la película ‘inglorious basterds’, entre los personajes marcel y
shosanna. puedes elegir al que quieras -sin cambiar tu voz ni cosas raras-, y
creo que voy a hacer de chica, no será la primera vez. :D me siento más cómodo
con el texto y la entonación de ella...
el caso es que he decidido publicar mi participación en el
reto del mes pasado de nuestra amiga ginebra. consistía en escribir un texto
relacionado con el concepto de equilibrio, y en el que se pusieran en práctica
los siguientes consejos: empezar los días con pensamientos positivos; concentrarse
y fijar metas en el día a día; leer algo todos los días; escribir los
pensamientos; cantar o bailar; aprender otro idioma; no alejarse de la familia
o amigos; ser amable con los demás; evitar el chisme o el drama; no olvidar reír.
espero que os guste, más y mejores participaciones aquí. por
cierto, desde hace un tiempo blogger no actualiza mis entradas en los blogs
amigos. trato de remediar este inconveniente compartiendo el enlace de cada
nueva entrada en instagram y facebook, y también en un blog ficticio que abrí,
y que sí actualiza para quienes lo siguen. gracias por vuestra paciencia. :*
Abrí los ojos unos minutos antes de que sonara el
despertador. Había dormido profundamente, y eso era bueno para el día tan
ocupado que tenía por delante. Era sábado, y me había tocado dar clase por la
mañana. Después haría las compras y comería, y por la tarde tendría un
encuentro muy especial...
Me tocaba explicar a mi alumna la representación gráfica de
funciones. Mientras ella hacía un ejercicio que le había puesto, tuve este
pensamiento: el máximo de una función se alcanza en un punto preciso, ni más a
la izquierda ni más a la derecha. Esto recuerda mucho a lo que decía el
filósofo Aristóteles sobre la virtud, que se encuentra en el término medio. “Me
apunto esta idea para el blog”, pensé.
Después de la clase, fui al mercado. Estaba sonando por los
altavoces la canción we don’t need another hero de Tina Turner, que no pude
evitar canturrear por lo bajo. Me dirigí al puesto de la fruta, donde tengo varias amiguitas. Son muy simpáticas, y yo les correspondo sonriendo aunque
tenga un día complicado, y a veces diciendo cualquier cosa en broma.
Luego le compré a mi madre en la panadería un pastel de
queso que a ella le gusta mucho, y lo llama ‘de leche condensada’. Es muy dada
a rebautizar las cosas.
Al llegar a casa, di un vistazo a las redes sociales. En
Facebook, vi una publicación sobre rencillas entre aficionadas a las muñecas.
Siempre surgen problemas: que si tú me has copiado el patrón de un vestido, que
si el conjunto que me vendiste no era lo que habíamos acordado... Paso de ese
tipo de cosas, me incomodan. Vi algo mucho más interesante, que era un vídeo del
canal ‘English with Lucy’ con una lista de frases coloquiales para iniciar una
conversación. El canal de esa chica está genial para aprender inglés desde otra
perspectiva.
A las cinco de la tarde había quedado en el parque del
Retiro con mi amiga Vanesa, que me iba a enseñar a patinar, nada menos. A
cambio, yo ayudaría a su sobrina con las matemáticas. Metí en la mochila mis
patines recién comprados, y salí de casa con una mezcla de miedo e ilusión.
Para ser mi primera sesión de patinaje, no estuvo nada mal.
Vanesa me enseñó a mantener el equilibrio realizando diferentes movimientos,
como extender los brazos, doblar las rodillas... Cuando ella empezó a notar mis
primeras señales de cansancio, me propuso ir a tomar un chocolate caliente en
un puesto que había por allí.
Al llegar a casa al anochecer, cené algo y me puse a leer la
novela con la que estaba en aquel momento, ‘lágrimas de polvo rojo’ de María
Suré. Se me cerraban los ojos, porque había hecho muchas cosas aquel día y estaba
cansado, aunque contento. No hay nada como irse a la cama con pensamientos
bonitos.