escribí este texto para el reto que propuso nuestra amiga ginebra
el pasado mes de junio, relacionado con el surrealismo como movimiento
artístico.
el relato contiene un acróstico. el primero que escribí fue
para una persona especial. después me animé a hacer algunos más, para amigas a
las que estaba agradecido por alguna razón, o bien que necesitaran algo que las
animara... o ambas cosas.
espero que os guste. :)
Ginebra volvía a casa tras una jornada agotadora. Se duchó,
cenó y se puso a mirar las redes sociales, en compañía de sus mininos. Como
música de fondo, eligió un disco recopilatorio de Janis Joplin.
Nuestra amiga estaba leyendo la novela ‘la buena suerte’ de
Rosa Montero. Ese día no había tenido tiempo de leer en el autobús, entre que llegó
pronto y había poco tráfico, y que estaba distraída con los mensajes del grupo
de whatsapp ‘aubor de la vie’. Así que intentó leer al menos un capítulo, para
no perder el hilo de la historia entre el misterioso protagonista y Raluca.
Se tumbó en la cama con los pies descalzos, pero a las pocas
líneas se quedó totalmente dormida. No sabía cuánto tiempo había pasado, cuando
la despertó uno de sus gatitos rozándole las plantas de los pies.
Ginebra decidió que lo mejor era escuchar a su cuerpo y
meterse en la cama. Pero se le ocurrió una idea graciosa: contaría ovejas. El
método para conciliar el sueño que nunca le había funcionado, en esta ocasión sí
le iba a funcionar porque se iba a quedar frita de todos modos, hiciera lo que
hiciera.
Y así fue, sólo le dio tiempo a contar unas cinco ovejitas. Se
quedó dormida en cuestión de segundos, y durante la noche tuvo varios bonitos
sueños: iba a un concierto de Janis Joplin, se encontraba con un amigo y se
fundían en un abrazo, luego se daba un chapuzón en la playa de la Malvarrosa...
A la mañana siguiente, sonó su despertador. Se duchó, dio de
comer y beber a sus gatitos, y preparó su desayuno. Entre mordisco de pan
tostado con aceite y sorbo de té, se puso a mirar instagram desde su móvil. La
habían etiquetado en una publicación.
Se trataba de un acróstico que le había escrito el excéntrico
amigo con el que había soñado. De fondo había una foto difuminada del jardín
botánico de Madrid, y como música se escuchaba ‘a piece of my heart’ de janis
joplin.
El poema decía así:
galopa entre las nubes hacia la consecución de sus sueños
ilumina el mundo real y el virtual con su presencia
nacen nuevas emociones en tu alma si ella te roza
escapas de la tristeza cuando lees su prosa y sus versos
bagaje de historias que ella transforma en letras
rayos de luz que te guían en los días oscuros
abrazan delicadamente tu intelecto y tu sensibilidad
Tras leerlo, Ginebra giró la pantalla del móvil hacia sus
michis, que estaban al pie de la mesa, y les preguntó: “¿a vosotros qué os
parece?”.