en la novela que tengo entre manos actualmente, ‘al otro lado del miedo’ de marta orriols, el otro día leí un párrafo interesante:
Aunque algunos crean en el
destino, otros en Dios y otros se nieguen a obedecer ningún sortilegio, la única
certeza es que al lanzar los dados uno puede calcular las probabilidades de éxito
o fracaso, pero más tarde, cuando caigan al suelo, podrá tan sólo asumir que lo
que se obtiene es del todo fortuito. La teoría del caos maniobrando libremente:
el truco más viejo del mundo. La imprevisibilidad inherente a la vida misma.
me he pasado toda la semana santa dando clases, de estadística
en su mayor parte. se me ha ocurrido un posible problema del estilo de los que
he explicado estos últimos días:
se lanzan dos dados 252 veces. calcular
la probabilidad de que el número de lanzamientos donde la suma de las
puntuaciones dé 7 esté comprendido entre 35 y 49.
por qué 252 y no un número más redondo? pues para que la
media y la desviación típica den números enteros. eso es fácil de apañar para
la media, pero no tanto para la desviación típica, donde hay una raíz cuadrada.
observaréis que he elegido para el problema números múltiplos
de 7. hoy todo gira en torno a este mágico número, presente también en el parque
de las siete t*t*s de vallecas, del cual he compartido imágenes por aquí en
varias ocasiones.
he hecho una presentación con fotos de cada uno de los siete
montículos. la forma que inspiró su pícaro nombre recuerda un poco a una campana
de gauss, como la que aparecía en el problema.
espero que os haya gustado, y os dejo con otro pasaje de la
misma novela.
Cierra los ojos y se dice que la
sensación que ahora experimenta debería poder preservarse. Conservarla intacta
del mismo modo que ella conserva el arte procurando que no envejezca, que no se
agriete, que los colores no se apaguen. Busca con todas sus fuerzas la
sensación en su interior para retenerla. «Un día la necesitarás». Finalmente se
duerme exhausta sin ninguna idea equilibrada sobre cuáles son las fuerzas que
han contribuido a este golpe de suerte: en la inmensidad del universo,
coincidir, conectar. Gustar.