21 es un número especial, si lo pensáis. por ejemplo, es el día en el que comienzan todas las estaciones: primavera el 21 de marzo, verano el 21 de junio, otoño el 21 de septiembre, invierno el 21 de diciembre. vale, ya sé que según el año puede variar un poco el día exacto del equinoccio o del solsticio, pero toda la vida nos lo hemos aprendido de esa manera. ;)
21 años es el momento en que se alcanza la mayoría de edad en
algunos países, y así era en españa hasta la constitución de 1978. yo la pondría incluso más tardía, al menos para los hombres. :D
“21” es como se llamaba una modalidad de baloncesto que
jugábamos en el cole, cuando no había suficientes jugadores como para disputar
un partido. creo que tirabas a canasta, y si acertabas podías lanzar un tiro
libre; mientras que si fallabas, tu compañero recogía el rebote.
21 gramos es lo que se supone que pesa el alma... hay que
cuidar tanto el alma como el cuerpo, aunque sin obsesionarse. :)
y 21 días es, al parecer, el tiempo que se necesita para
adquirir un hábito. qué opináis? supongo que dependerá de cada persona y del hábito en cuestión. superlópez tiene el hábito de pedir
siempre el mismo desayuno en la barra del bar, pero a veces se despista y lo
pide en el lugar equivocado. :P
esa teoría de los 21 días para adquirir una costumbre, es una de
las cosas que he aprendido leyendo el libro en busca de la alegría de maría inés lópez-ibor.
la autora es hija y nieta de prestigiosos psiquiatras, y ella ha continuado la
tradición familiar. es un libro con una fuerte base científica, aunque escrito de
manera cercana y amena.
El número 21, tiene muchas aplicaciones he descubierto que es el tiempo justo para una siesta no nos ponga después de mal humor.Y a los enamorados de la música clásica deben saber que 21 es el Concierto de Mozart para piano y orquesta más célebre y universal «Andante» .
ResponderEliminarPara mi ese dia no es bueno porque hace ya más de quince años un dia 21 partió mi madre, mi muñeca a otro lugar, sé que desde allí me observa y todavía me reprende si me porto traviesamente jajaj.
Un beso Chema y gracias por enseñarnos tantas cosas.
Hola.
ResponderEliminarQué interesante, siempre aprendo cuando bengo aquí. Yo también me aplico lo del 21 para las estaciones, aunque ahora algunas, al parecer, empiezan el 23. Para mí es un número importante, aunque no tanto como otros.
Ay lo de la mayoría de edad, mi madre se casó 20 días antes de cumplirlos (en 1973) y mi abuelo tuvo que firmarle un montón de permisos, y en la luna de miel mi padre firmaba en los hoteles con el libro de familia y ella enseñaba los susodichos permisos. Qué tiempos.
Me alucinan los libros que lees, yo soy una simplona y me quedo siempre con la ficción, antes sí que leía más variado, pero ahora ficción y ficción, y de vez en cuando alguna biografía o algún ensayo, pero un buen thriller me atrapa, o novela histórica, aventuras...
Muy feliz finde, ya lo tenemos aquí, por fin.
A mi también me parece que el 21 es un número especial, juraría que es el número de países que hablan oficialmente el español y además en nuestro cuerpo tenemos 21 órganos. Por cierto, el experimento sobre la diferencia de 21 gramos en el cuerpo tras la muerte, aunque nunca fue aceptado oficialmente es más que curioso, sí.
ResponderEliminarA mi los números me llaman bastante la atención, me gustan los impares y en especial 3,6,9 esa secuencia que Tesla hizo famosa.
Y te comento una asociación, en cuando vi la primera foto de Zipi y Zape (los gemelos y su padre) automáticamente vi el 21 tal cual están colocados ji,ji.
Me ha gustado mucho la entrada, besos Chema!!!
Que recorrido más interesante por el número 21, nunca había reparado en que estuviese tan presente en esas cosas de nuestra vida, ni que fuese el peso de un alma. Me ha gustado un montón tu entrada y precisamente la publicaste en el siglo XXI, muchos besos.
ResponderEliminar¡¿El alma pesa 21 gramos?! Tengo dos pensamientos que se contradicen: el primero es que el alma física no existe, por lo que no pesa. Y el segundo es que es lo más pesado del mundo, con todo lo que llevamos ahí dentro. Pero bueno, teniendo en cuenta eso que a veces se dice de «esta persona no tiene alma»...
ResponderEliminarY lo que comentas del hábito me parece súper interesante. No son muchos ni pocos días para adquirir un hábito, pero por qué será que después, para perderlo, no hace falta tanto tiempo.
Besos.
Me sorprendió la entrada Chema, es cierto hay hasta peliculas que nombra el 21 y tantas cosas mas, me encanta aprender contigo.
ResponderEliminarSupongo en esos días un hábito se podría o no... segun de que se tratara.
Besos y que tengas un feliz día, abrazo grande.
Simplemente genial, vaya datos! No dejas de sorprenderme
ResponderEliminarCon tu permiso añado alguno que seguramente ya sabes
21 días le lleva a la gallina empollar sus huevos hasta el nacimiento de los pollitos
21 (XXI) Es el siglo en que nos toca vivir.
21 es el Concierto de Mozart para piano y orquesta mas célebre y universal Andante
21 semanas es el tiempo de embarazo en que el feto ya respira, intercambiando oxígeno y dióxido de carbono a través de la placenta
21 Suma de los puntos de un dado.
Y si no es suficientes me cambio a los números y vuelvo infinitos los intentos pero rendirme JAMÁS!
Amiguiño Chemita...
ResponderEliminarInteresante post el que nos compartes.
Intentando hacer memoria, el número 21, coincide con el dia en que se casaron mis papás.
Lo de las estaciones del año, es cierto.
Nos lo enseñan así en el cole.
Cambiamos de estación aproximadamente, el dia 21 de Marzo, Junio, Septiembre y Diciembre.
Lo del peso del alma, lo había oído también.
Pero creo que no pesa.
En las experiencias ECMs y en los viajes astrales, el alma flota y navega suspendido.
Quizás esos gramos que se pierden al morir, sean otra cosa.
Gracias Chemita.
Un gran abrazo, desde el otro lado de las estrellas. ✨
💖💖
Me ha gustado Chema. Yo fui mayor de edad a los 21 y me casé un 21 de Agosto.
ResponderEliminar¡Me encantan los números! Un abrazo.
Qué interesante, Chema! Nunca lo había pensado todo junto. También interesantes los datos de Lua Clara, no los conocía tampoco. Ciertamente hay muchos números con magia. No sé si sólo lleva 21 días incorporar un hábito. Los hábitos que he intentado incorporar "a la fuerza" seguramente los he dejado antes de llegar a los 21 días. Soy una flojucha!
ResponderEliminarBesitos
Me encanta cómo has hilado todo el post con el número veintiuno para contarnos detalles tan interesantes. Conocía lo del alma y los hábitos. Creo que ya te lo he dicho: ese libro tiene pinta de ser "de los míos".
ResponderEliminarUn abrazo.
Me has desbloqueado el recuerdo de jugar al 21 con la canasta, me encantaba y ni me acordaba.
ResponderEliminarEse libro si consigue alegrar a la gente tiene que estar en toda librería.
Besos
Me ha recordado precisamente a la película "21gramos". Muy interesante. Un abrazo y feliz domingo.
ResponderEliminarThe photo made me laugh, I did not imagine you like this
ResponderEliminarQué interesante. El 21 es uno de mis números preferidos, no sé por qué. Y aunque sabía algunas cosas sobre él, leyéndote he aprendido más. Como siempre, es un placer leer tus entradas. Besitos.
ResponderEliminarEs mi número favorito el 21 y también coincide con mi cumple. 21 de diciembre, bueno también lo es el 10. ¡Qué interesante no sabía que el alma pesaba 21 gramos!
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Hola, Chema.
ResponderEliminarNo me había dado yo tantas vueltas al 21. Mi más curioso, un bar de aquí que ya ni existe pero porque estaba en el número 21 de la calle.
Creo que busquemos el número que sea, hay muchas concordancias.
Interesante entrada.
Un beso enorme... o 21 😊😊
campirela, tu madre te mirará orgullosa de ti, porque eres muy alegre y positiva. :* la música es algo muy matemático, y más la música clásica. antes hacía siesta los fines de semana, ahora ni eso, así luego duermo mejor por la noche. :)
ResponderEliminargemma, yo de vez en cuando leo algún libro de psicología, entre thriller y thriller. :) tu madre se casó joven, pero claro, eran otros tiempos. en nuestra época, cumplíamos los 18 en la época de cou/selectividad, así que no teníamos mucho tiempo de pararnos a pensar en que ya éramos mayores de edad. ^_^
ana, lo de los 21 gramos del alma es un mito, pero me suena muy poético. :) los países con el español como idioma oficial son españa, todos los de américa latina menos brasil y haití, y guinea ecuatorial. pero nunca se me había ocurrido contar cuántos eran. es verdad, parece que la viñeta de zipi y zape estaba bien traída en esta entrada! :D
neuriwoman, confieso que lo aprendí porque hay un disco de revólver de hace unos años titulado '21 gramos', y al parecer carlos goñi lo tituló así porque era el peso del alma. el siglo xxi se presenta complicado, pero aún es recuperable, creo. :)
besos!!
devoradora, me resulta gracioso que se asignen medidas de peso a cosas inmateriales, como cuando en una novela juvenil que leí una chica le decía a un chico "una tonelada de pesos". el alma, de pesar algo, supongo que no sería igual para todos.
ResponderEliminarcora, al principio cuesta adquirir los hábitos. yo un buen día me propuse no usar el ascensor y subir por las escaleras, para hacer ejercicio. pero al principio se me olvidaba, me metía en el ascensor sin darme cuenta porque era un movimiento muy interiorizado...
lua, la suma desde 1 hasta n se puede calcular con la fórmula n·(n+1)/2, y para un dado sería (6·7)/2 = 42/2 = 21. justo! no sabía lo de las 21 semanas en el embarazo, tú lo sabrás como mamá que has sido. :) me quedo con la última frase, nunca rendirse!
romaxu, los míos se casaron un día 14, que es el anterior múltiplo de 7. :) al morir ocurren muchas cosas anómalas en el cuerpo, con lo cual, efectivamente, los gramos perdidos pueden ser por muchas causas. hay quien cuenta haber visto su cuerpo desde fuera, como si su alma hubiera escapado momentáneamente. tiene que ser una experiencia alucinante...
besos!!
mara, aunque tengas algunos años más de sabiduría, sigues teniendo espíritu joven. :) el 21 de agosto es una buena fecha para casarse, no hay mejor manera de acabar el verano.
ResponderEliminarrosana, me resultó curioso eso de los 21 días, y decidí escribir una entrada alrededor de ello. :) cuando es un hábito que has tenido que incorporar de manera un poco forzada, luego te resulta fácil deshacerte de él. es como cuando en física sacas a un sistema de su equilibrio, pero si lo dejas volverá a él.
noelia, con lo que sabes de psicología, es normal que supieras lo de los 21 días. :) veremos de qué trata tu próximo vídeo, el domingo por la noche estaré atento. lo del alma es un misterio que ya intentó explicar descartes, con su teoría de la glándula pineal...
pirulí, cuando había poca gente y no se podían formar dos equipos, alguien decía "vamos a jugar un 21". de camino a casa de un alumno paso por delante de unas canchas de baloncesto, y veo a los chavales/as lanzando tiros a canasta, es bonito.
besos!!
rocío, no conocía esa película! tiene que estar interesante. 21 gramos es una masa muy ligera, pero no está mal para algo que se supone inmaterial. :)
ResponderEliminarrecomenzar, it's not the first time i share a picture of myself.
mercedes, 21 días son tres semanas justas. siempre me he preguntado por qué se llama 'quincena' al período de tiempo de dos semanas, que en realidad son 14 días. supongo que suena mejor que 'catorcena'. :D me alegra que te haya gustado! :*
irma, reconozco que lo del alma lo aprendí por el disco de revólver titulado así, '21 gramos'. el día de tu cumple no dejaré de felicitarte. :) mi número favorito es el 9.
mag, cuando leí lo de los 21 días para adquirir un hábito, me di cuenta de que ese número aparecía en varios sitios, incluso en más de los que yo he enumerado. aunque mi número mágico particular sigue siendo el 9, por el eneagrama y alguna cosa más. :)
besos!!
Chema muy interesante ese libro, que profundiza en el 21...Es cierto que va marcando las estaciones y cuando he llegado a tu post también había 21 comentarios...Pero voy a romper esa senda con el 22, amigo. A mi me gusta el 23 porque es el día de mi nacimiento...Gracias por tus interesantes temas, Chema.
ResponderEliminarMi abrazo siempre, compañero de letras.