el mar y la mente

 

el reto que propuso en septiembre nuestra amiga ginebra se titulaba collage, y consistía en escribir un texto que mezclara diferentes registros: prosa, verso... de manera similar a los diversos elementos de un collage que se juntan entre sí para formar un todo armónico.

dadas mis limitaciones en este terreno, yo lo más que pude hacer fue un relato que fuera fluyendo de un tema a otro ‘en cascada’, por decirlo así. :) espero que os guste a pesar de todo. ah, también había que elegir entre varias una imagen que sirviera como punto de partida. yo me decanté por ésta de la chica en las nubes.

Un sueño es un collage de imágenes y recuerdos que tenemos almacenados en la mente. La transición de una escena a otra del sueño no suele tener continuidad espacial ni temporal. Son como recortes de fotos pegados entre sí.

La canción me and Sarah Jane de Genesis es peculiar, incluso para los estándares de esta creativa banda. La letra es algo críptica, podría ser la narración de un sueño. Musicalmente, está formada por varios fragmentos enlazados entre sí. Pero a diferencia de otras canciones en las que siempre hay algún estribillo o melodía recurrente, en ‘me and Sarah Jane’, una vez que se deja atrás cada pasaje de la canción, ya no se vuelve sobre él.

Sara -esta vez sin la h final- es como se llamaba una chica soñadora que caminaba por el Paseo Marítimo de Valencia. Se sentó en un banco a descansar, mientras contemplaba la playa de la Malvarrosa. Para estar más cómoda y dar un descanso a sus pies, se quitó las manoletinas y los calcetines taloneros que llevaba.

Soñó despierta con viajar en barco por el Mediterráneo. Le vino a la mente Italia, y más concretamente Roma, pues allí había estado en el último viaje de fin de curso con sus compañeros del instituto. Guardaba en el móvil unas fotos con su primer amor, en el Coliseo.

Pero la imaginación de Sara fue más lejos, y pensó en un crucero que hiciera escala en Malta. Había leído la novela ‘Gozo’ de Azahara Alonso, que se desarrollaba en el pequeño archipiélago. De hecho, Gozo es el nombre de una de sus islas.

Mientras fantaseaba, Sara notó algo que rozaba su pie descalzo. Era una hoja caída de un árbol. Y es que, aunque hacia buen tiempo en Valencia y las nubes no tapaban el sol, el otoño ya había llegado. En octubre empezaría la carrera de psicología en la universidad. Muchas nuevas experiencias la estaban esperando. Su vida apenas empezada ya era un collage bonito y colorido, pero pronto lo sería aún más...