cuando veraneábamos en el campo, en un pequeño pueblo del
interior de cantabria, lo peor que llevaba era estar incomunicado. no había
cobertura móvil, y no hablemos de conexión a internet.
al menos pudimos instalar teléfono fijo, porque hasta hace
no demasiado tiempo tampoco había. si teníamos que hacer alguna llamada íbamos a la
única casa del pueblo que tenía teléfono, pagándoles por el uso del mismo.
en mi época universitaria ya tenía teléfono móvil. cuando íbamos a pasar la mañana o la tarde a reinosa -un pueblo que nos parecía la gran metrópoli comparado con el lugar
entre montañas donde estábamos-, aprovechaba que allí había cobertura para mandar mensajes a mis
compañer@s de clase.
si durante el tiempo que pasábamos en la ‘gran urbe’
haciendo compras o lo que fuera no me contestaban, me quedaba la esperanza de que lo
hicieran más tarde y ver la respuesta en el siguiente viaje. pero como en la
escuela donde estudié la gente era tan simpática, la mayoría de las veces
no había respuesta. se oía sonido de grillos...
el estar aislados del mundo también me supuso un problema en una época en la que el pecado constituía para mí una obsesión -últimos
años de colegio y primeros de universidad-. si sentía la necesidad más o menos
justificada de confesarme, tenía que esperar hasta el domingo, cuando fuéramos a
misa a reinosa.
para rizar el rizo, si tras la confesión me quedaba
intranquilo porque no había dicho todo lo que supuestamente tenía que decir, no
podría subsanarlo hasta el domingo siguiente. estaría siete días en pecado...
en el verano de cou me regalaron el mundo de sofía de jostein gaarder porque me gustaba mucho la
asignatura de filosofía, tema central de esa novela. pero interrumpí su lectura
porque los protagonistas discutían si el narrador poseía poderes divinos -debido
a su omnipresencia y su capacidad de leer los pensamientos de los personajes-, y
eso me parecía poco menos que blasfemo. en fin... algún día la volveré a leer, para
poder saber cómo acaba.
Interesante reflexión...
ResponderEliminarYo no tuve móvil hasta los 28 años. Recuerdo que entonces me daba mucha vergüenza cuando sonaba, porque la gente no tenía y a los que tenían se les miraba mal, como si fueran unos snobs. Y lo de internet... para mí es una auténtica necesidad. Con decirte que me mudé de casa el mismo día que venía el instalador porque no quería estar sin conexión ni un solo día...
"El mundo de Sofía" es un libro que tengo pendiente. Lo conseguí hace poco, y me apetece mucho leerlo. A pesar de que interrumpiste la lectura, ¿te gustó lo que leíste?
Por cierto... ¿estás en goodreads?
!què suerte tener móvil en la universidad! en mis tiempos no existía y recuerdo las horas por la noche haciendo cola en la calle para llamar a mis padres. Horrible, sobre todo en invierno y con el cierzo que pega en Zaragoza...
ResponderEliminarYo mi primer móvil creo que lo tuve después de casada y me casé en 1999. Anda que no ha llovido-
Feliz fin de semana
Mi primer movil fue en el verano del 97. Casi nadie tenía uno. La primera vez que me sonó en el bus me quería morir, iba todo el mundo callado (era al final del día) y todos mirándome cuando sonó estruendosamente. En casa tampoco sentó muy bien que sonara un par de veces por la noche así que apagado nada más llegar.
ResponderEliminarMe vine aquí en noviembre de ese mismo año y aún tardé un par de años en conseguir otro móvil, entre que tampoco acababan de llegar así a nivel masivo como ahora y que realmente al principio no me hacía mucha falta.
Chema, no te hacía religioso.
shirat, calculo que empezaste a tenerlo más menos en la misma época que yo. tampoco lo usaba mucho. es verdad que al principio estaba mal visto. a mí lo que me parece muy snob es ponerse los auriculares para hablar con manos libres, de manera que parece que van hablando solos por la calle. creo que eso no lo haré jamás. 'el mundo de sofía' es un recorrido cronológico de los filósofos más importantes, desde sócrates hasta los contemporáneos, de manera desenfadada. los protagonistas son una adolescente y una especie de duende/genio que la va guiando y explicándoselo todo. una novela muy original.
ResponderEliminarlucía, a las madres les pareció un buen invento lo del móvil para tener a sus hijos controlados, jeje. al principio lo usaba poco, porque además lo de los sms tardé en aprenderlo. las cabinas de teléfono ya van pasando a la historia. la última vez que utilicé una fue para llamar a mi casa cuando me robaron el móvil, hace cuatro años.
ruth, al principio lo del móvil fue algo muy novedoso. los de antes ahora nos parecen muy limitados, sobre todo en el aspecto de los mensajes de texto, pero entonces eran un gran avance. en irlanda viviste aventuras muy interesantes cuando llegaste, ya me acuerdo de tu blog 'en qué lío me he metido'. allí la gente habla más bajito, por lo que no se verá gente hablando a gritos por el móvil como aquí. lo de religioso... hasta los veinte años o por ahí, sí.
Yo recuerdo hace años cuando iba de veraneo que como no existía móvil, en aquellos tiempos, teníamos que recurrir a llamar desde una cabina, y bufff era terrible porque teníamos que estar a la cola detrás de mucha gente para poder llamar, aquello era una pérdida de tiempo increíble, no se me olvidará jamás, en cambio ahora, con el móvil, estás comunicado a cualquier hora del día, pero no te creas, que no hace mucho usé móvil, y aunque ya he usado varios, el mío siempre es de los más antiguos, porque el más morderno es siempre para mi hija, jajaaj y yo siempre los más inferiores, pero con el que tengo soy feliz, porque me conformo con muy poco.
ResponderEliminarInteresante tu entrada, amigo chema.
Un beso.
Eso me suena a los primeros años que nosotros ibamos al pueblo,los moviles aun no teniamos y teniamos que ir a casa de una que tenia el telefono por pasos que se llamaba.
ResponderEliminarComo ha cambiado todo verdad?Ahora no estamos incomunicados pero la gente pasa de todo en verano jajajaja.Mejor.............. Besotes guapo.
que buenos tiempos, yo me acuerdo un montón de cuando era pequeña y no necesitabamos wasap, ni ordenadores, ni teléfonos.... Me lo pasaba pipa en mi pueblo, y sinceramente no se si ahora somos más felices o no . Un saludo y feliz verano
ResponderEliminarmaría, yo tengo móvil táctil desde hace poco más de un mes. el que tenía era de los antiguos, de teclas. la verdad es que soy poco amigo del móvil, y en general de todo tipo de teléfonos, porque siempre te llaman en el momento más inoportuno. a mí me gustaba para escribir mensajes, pero como ahora hay internet, los sms los usamos sólo para dar avisos rápidos. todavía no tengo whatsapp. y sí, los niñ@s de ahora tienen móvil casi todos, jeje.
ResponderEliminarimanara, veo que no somos los únicos que estábamos sin teléfono y teníamos que ir a otra casa para llamar, jeje. con el móvil, en los momentos en que tenía cobertura, pensaba "le mando un mensaje a fulanita? si luego no me contesta me va a fastidiar". al final siempre caía en la tentación, y no me contestaban. qué gente más amorfa la de mi escuela, dios.
awesome needles, en la época del colegio me lo pasaba bien en verano aunque estuviera un poco aislado del mundo. en la universidad, como había que estudiar para septiembre, quizá tenía más necesidad de comunicarme. además en el colegio tenía mis amigos y sabía que a la vuelta los vería, no los iba a perder. en la escuela, en cambio, mis amistades estaban todas por consolidar...
De blog en blog he dado contigo, me quedo.... ojalá tú me visites, besotes
ResponderEliminarHello Chema!! Qué de tiempo sin saber de vosotr@s vía blog, porque sí es cierto que a través de facebook me he conectado a veces, aunque poca cosa. Me encanta ver que muchos seguís activos en bloguer, como siempre, es como si el tiempo no hubiese pasado por aquí... y hace más de un año que no entro, que se dice pronto. Tanto es así, que casi se me olvida la contraseña (dios... jejejeje).
ResponderEliminarFeliz verano! Supongo que si lo estás pasando por algún pueblecito perdido de Cantabria estarás la mar de bien, porque lo que es por aquí por el sur, estamos ya hechos fritanga de tanto calor como estamos pasando!! Qué ganitas de que refresque un poco, ainsss... Besitos!
Jajajajja nosotras también "sufrimos" esa sensación de aislamiento en nuestro pueblo. Tal y como tú cuentas durante mucho tiempo el único teléfono operativo era el del bar y cobertura para el móvil hasta hace un par de años ¡ni de coña! jajajajja Aisss, esos pueblos perdidos por las montañas del norte...
ResponderEliminarabril, bienvenida!! ahora me pasaré a verte. :)
ResponderEliminarmaría, me alegra mucho que hayas regresado a estos mundos!! la verdad es que este año estamos en un pueblo de murcia. mi familia materna es del norte, y la paterna del sureste, jeje. el pueblo donde estamos es casi de grande como una capital de provincia. es tranquilo y familiar, pero al mismo tiempo es mínimamente civilizado. ;) por aquí también hace mucho calor.
geno, me alegra que tú me entiendas, jeje. los pueblos del norte, al estar rodeados de montañas, ya se sabe. allá por 2010 fuimos a ese pueblo. mi madre me aseguró que había cobertura para conectarme a internet desde el portátil con el pincho de prepago que usaba, y qué va, nada de nada. :P
besos!
Hola Chema =)
ResponderEliminarEso de las incomunicaciones en los pueblos muy muy pequeños también lo he vivido yo. Esto me pasa en el pueblo de mis abuelos, que voy de vez en cuando, o mejor dicho, de vez en mucho!!! cada 2-3 años me dejo caer un par de días. Cuando era más joven, alrededor de los 16 años y era la época de los mensajes recuerdo como iba en búsqueda de x zonas del pueblo donde a veces la cobertura llegaba a una rallita para poder enviar/recibir sms...y hoy en día que diferente es todo. La última vez que fui comente en los dos grupos de whassap que más utilizo que me iba a un pueblo sin cobertura e iba a estar incomunicada, incluso lo agradecí, a veces iba al bar para conectarme al wifi y mandarle algún mensaje a mi chico y ya está. De vez en cuando desconectar dos días de los móviles no está de más!!
Un besico
www.upciencia.com
Bueno, ya habrá tiempo, Besos. Y feliz semana¡
ResponderEliminarCreo que ya no recuerdo un pasado incomunicada... parece que fue hace muchos años pero recuerdo que no hace muchos años ni teníamos móvil ni conexiones en internet. Es más, tener un teléfono en la casa de veraneo ya era todo un logro. Disfruta de tu verano.
ResponderEliminarlorena, eso de las zonas donde hay un poquito de cobertura a mí también me lo han dicho, jeje. "vete detrás de la casa, debajo de la ventana de la cocina, que ahí hay cobertura!" ^_^ whatsapp no tengo todavía. tengo móvil táctil desde hace un mes y medio, el que tenía antes era de teclas, debía de ser el único en toda españa. :D sí que es bueno desconectar de vez en cuando, disfrutar de un paseo, una quedada con unos amigos... y olvidarse del móvil.
ResponderEliminaramapola, para leer ese libro, dices? pues sí... si lo tuvieran en alguna librería de aquí, me lo compraría. es fácil de leer y al mismo tiempo con calidad, dos características que no siempre son fáciles de encontrar juntas.
marta, en aquella casa antes tampoco había tele, y era mejor así. dan muy pocas cosas buenas. para escuchar la radio -los 40 principales concretamente- subía a mi habitación, me sentaba en la cama mirando hacia la ventana, y de esa manera conseguía sintonizarlos. como me moviera, se me iban.
Hola: en Galicia debido a la dispersión geográfica aún hoy en día podemos disfrutar de la desconexión total. Lo bueno de estar en el pueblo es que podemos ponernos al día en las lecturas que durante el invierno por falta de tiempo nos quedan almacenadas. Hay momentos en que estoy saturada de tanta móvil y ordenador.. Parece que ya no sabemos vivir si no estamos conectados. Coincido contigo en que la filosofía y los temas existenciales son de mis favoritos aunque son muy densos. Seguimos en contacto
ResponderEliminarmarta, en galicia también hay pueblos intemporales, tanto de costa como de interior. quiero volver algún día, estuve haciendo un recorrido por galicia a los 19 años o por ahí. a mí las redes sociales y los blogs me vienen bien porque me gusta comunicarme, aunque es verdad que de vez en cuando es bueno hacer un respiro.
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