para este mes de junio que hoy finaliza, nuestra amiga
ginebra propuso escribir un relato relacionado con esther y su mundo. fue un bonito
detalle por su parte, pues ya conocéis mi afición por estos cómics. además, tuve
la suerte de conocer en persona a su dibujante, la gran purita campos.
entre las varias imágenes que nos proponía ginebra para inspirarnos, elegí la del diario y la del abrazo entre esther y juanito. y éste ha sido el resultado, espero que os guste.
Querido diario:
Ha sido una semana muy completa. El lunes y el martes mi amiga Rita vino a mi casa a estudiar, y el miércoles y el jueves fui yo a la suya. Me sirvió para darme cuenta de lo afortunada que soy por tener una familia funcional. Los padres de Rita siempre están discutiendo, y apenas tienen tiempo para ocuparse de ella.
Mi madre a veces me regaña, pero ella quiere todo lo mejor para mí. Con mi hermana mayor Carol, curiosamente me siento más unida desde que se casó con Kerry y se fue a vivir con él. Mi padrastro Ted, al principio me costó aceptarle, pero siempre está para ayudar o para quitar hierro a las situaciones con su humor. En cuanto a la pequeña Laurita, aunque a veces me toque hacer de canguro con ella, la adoro.
El viernes era el cumpleaños de Juanito. A la salida del colegio nos fuimos al Wimpy a celebrarlo. Le regalé unas nuevas botas de fútbol que compré con mis ahorros, y me abrazó diciendo: “¡Oh, Pecosa! Me las pondré en el próximo partido y seguro que me darán suerte”. Doreen estaba merodeando y me miró con envidia, pero no se atrevió a decir nada.
El sábado y el domingo estuve en el hospital, haciendo prácticas de enfermera. Estaba en una nube recordando la noche anterior, y tenía en la cabeza las canciones que pusieron en la fiesta, de Madonna, Wham, Culture Club, Duran Duran... Pero eso no me impidió concentrarme en mis tareas. Me han dicho que tengo una sensibilidad especial con los pacientes, especialmente con los niños.
Además, mi amigo y lector Chema dice que tiene un amiga enfermera muy simpática, inteligente y especial. ¡Si es que las enfermeras estamos hechas de otra pasta!
Esperemos que la semana que viene sea al menos igual de buena. Y si no, siempre tendré como refugio a mi familia, a mis amigos y a mis fieles lectores... y a ti también, querido diario