miércoles, 24 de diciembre de 2025

tareas pendientes

 

de adolescente a veces me ponía a jugar con la calculadora. una de las cosas que hacía era ir dividiendo 1 entre cada uno de los números enteros...

cuando el denominador de una fracción ya simplificada sólo tiene el 2 y el 5 en su descomposición en factores primos, el valor numérico de la fracción será un decimal exacto.

el 3 en el denominador da decimales con un período de una sola cifra. el 7, en cambio, da períodos de seis cifras. el 11 es más amable, da períodos de dos cifras. el 13 da períodos de seis cifras, al igual que el 7.

tras varios factores primos que al dividir por ellos generan períodos más o menos antipáticos, nos encontramos con el 37, que nos da un período algo más amable de tres cifras.

si dividimos 1 entre 9, entre 99, entre 999, entre 9.999... obtenemos períodos de una, dos, tres y cuatro cifras, en general tantas como las veces que aparece el 9 en el divisor.

descomponiendo en factores primos cada uno de estos números formados con la cifra 9 repetida, obtenemos qué factores primos originan cada período: detrás de un período de una cifra está el 3, tal cual o elevado al cuadrado; detrás de un período de dos cifras está el 11; si es de tres cifras, el 3 elevado al cubo o el 37; si es de cuatro cifras, el 101; si es de cinco cifras, el 41 o el 271; si es de seis cifras, el 7 o el 13...


 

tenía ganas de escribir un post contando esto, era una tarea pendiente. como cuando tienes en casa un libro que aún no has leído, y es lo que ocurría con ‘el sueño de la crisálida’ de vanessa montfort. ayer leí esta reflexión que me gustó:

De hecho, acabo de ser consciente de que para mí hay dos tipos de relaciones: las personas con las que me apetece dormir y aquellas con las que no. Hay amigas con las que soy capaz y otras con quienes ni me lo planteo. De mi familia sólo puedo dormir con mamá. De mis relaciones, en toda mi vida sólo me apeteció con uno y tuve muy claro a partir de qué momento m cuerpo firmó su independencia. Porque no se trata sólo de si es el hombre con el que te gustaría pasar la noche, sino si es la persona al lado de la cual te gustaría despertarte.


esta tarde he dibujado a la autora, basándome en la foto que sale en la solapa de esta misma novela. la sonrisa me recuerda a una amiga que, al igual que vanessa montfort, es catalana y escribe muy bien. 😉

que paséis unas felices fiestas...

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