tareas

todos conocemos bien esa sensación de inquietud cuando tenemos algo pendiente por hacer. le pasa incluso a superlópez, siempre dispuesto a salvar a la humanidad de cualquier amenaza que surja. :P

bluma zeigárnik fue una psicóloga lituana que vivió entre 1901 y 1988. una de sus aportaciones fue descubrir que las personas tienden a recordar mejor las tareas pendientes o inacabadas, que aquellas que ya han completado.

dentro de su tesis, realizó un experimento que consistía en poner a un grupo de personas a hacer una serie de tareas, en un tiempo limitado. el tiempo acababa cuando aún no habían podido terminarlo todo. al preguntarles a estas personas sobre sus pruebas, recordaban mejor las que habían quedado interrumpidas que las que ya habían concluido.

por cierto, ese experimento me ha recordado al concurso si lo sé no vengo, que emitían los domingos por la tarde durante la segunda mitad de los años ochenta, y lo presentaba el inmortal jordi hurtado. :D los concursantes también tenían que hacer un montón de pruebas imposibles en muy poco tiempo...

este efecto zeigárnik explicaría por qué algunas asignaturas caen en el olvido una vez aprobadas, sobre todo si la asignatura en cuestión no te gustó mucho. inconscientemente piensas: “ahora que ya he aprobado y no tendré que volver a estudiar todo este mamotreto, hagamos sitio en la mente para otras cosas más interesantes”. en realidad, ése es el pensamiento de fondo al completar cualquier tarea: “esto ya está hecho, pasemos a otra cosa”.

en las novelas policiacas o de misterio, que son las que más leo últimamente, me llama la atención que la policía dé por cerrado un caso no resuelto. entiendo que en un caso determinado no puedan avanzar más por falta de recursos o de datos, pero entonces deberían llamarlo ‘caso inconcluso’ o algo similar, nunca ‘caso cerrado’. sólo está cerrado cuando se ha logrado resolverlo. y será entonces cuando caiga en el olvido para los inspectores y agentes que han trabajado en él, según lo que hemos comentado sobre las tareas ya concluidas.

el runrún mental cuando tienes alguna tarea por realizar, aparentemente puede quedar acallado cuando estás descansando. sin embargo, tu cerebro continúa tratando de resolver el problema a nivel inconsciente, incluso mientras duermes. de ahí la expresión ‘consultar con la almohada’: la noche es buena consejera, y puede que al despertar por la mañana veas más claro ese asunto que te preocupaba el día anterior.

con lo cual, esther haría bien en tratar de conciliar el sueño... pero esta chica es muy propensa a comerse la cabeza. ;)

escuchar música

la música pop-rock estaba muy presente en la vida de nuestra amiga esther. observamos que tenía varios discos de vinilo desperdigados por el suelo, así como algunos posters de diversos artistas en las paredes. entre los nombres que aparecen, identificamos a simon le bon -vocalista de la banda duran duran-, boy george -líder de culture club-, wham! -el grupo en el que empezó george michael- y madness. también se intuye, a pesar de estar parcialmente tapado, el nombre de michael jackson.

durante la carrera, tuve una época de escuchar música compulsivamente. en mi defensa, diré que algo tenía que hacer para evadirme de las asignaturas imposibles que teníamos que estudiar, y del ambiente poco amigable que había en la escuela. me compraba cd’s con mis ahorros, y además escuchaba la radio y grababa las canciones que me gustaban. siempre he sido muy tardío para todo, y lo que solían hacer los adolescentes, yo lo hacía siendo veinteañero. ^_^

la gente se metía conmigo, total porque tenía un poco de vicio con escuchar y grabar música. mis padres se lo contaban a todo dios, y luego venía de visita algún familiar o amigo de ellos, y me preguntaba sin tener confianza conmigo: “qué, chema, has estado escuchando los 40 principales?”. y me daban ganas de contestar: “nooo, esta vez he estado escuchando un programa sobre sexualidad, por variar un poco”. 3:)

grabar en cassettes las canciones de la radio tenía su técnica, no creáis. a las horas en punto y a las medias solían poner las canciones sin que el locutor hablara. éste hablaba después, claro está, pero al menos no te había pisado la introducción. los disc jockeys sólo podían hablar durante la parte instrumental de la introducción; en cuanto el vocalista empezaba a cantar, ya tenían que callarse. por eso, las canciones que empezaban directamente con la voz del cantante (como ‘hey jude’ de los beatles, por poner un ejemplo) eran las más agradecidas para grabar. no tenían un comienzo instrumental sobre el cual el locutor/a de turno pudiera soltar su verborrea.

espero que os hayáis divertido leyendo esta entrada. ;) aquí tenemos de nuevo a esther, descalza sobre su cama. en su pared vemos esta vez unos posters de madonna y del grupo wet wet wet. parece que sólo cabían dos “wets”, a menos que el tercero esté detrás de la cabeza de esther. :P

calor y desorden

el fin de semana pasado me tocó explicar un tema muy interesante...

la entalpía se define como el calor intercambiado con el entorno, a presión constante, en una reacción química -o en cualquier proceso en general, físico o químico-. se denota con la letra H. si el incremento de entalpía es negativo (ΔH<0), la reacción es exotérmica: se desprende calor. por el contrario, si el incremento de entalpía es positivo (ΔH>0), la reacción es endotérmica: se absorbe calor, hay que aportar calor para que se produzca.

la entropía es una medida del desorden de las partículas de un sistema. se denota con la letra S. si el incremento de entropía es positivo (ΔS>0), quiere decir que en ese proceso aumenta el desorden. por otro lado, si el incremento de entropía es negativo (ΔS<0), en ese proceso en cuestión disminuye el desorden.

hay una función que relaciona las dos anteriores, y se denomina energía libre de gibbs, denotada por la letra G. por definición, el incremento de energía libre es igual a la diferencia entre el incremento de entalpía y el producto de la temperatura por el incremento de entropía.

ΔG = ΔH-T·ΔS

si el incremento de la energía libre de gibbs es negativo (ΔG<0), la reacción será espontánea. por el contrario, si el incremento de la energía libre es positivo (ΔG>0), la reacción será no espontánea.

realizando algunos cálculos algebraicos, se deduce que existen cuatro casos en cuanto a la espontaneidad de un proceso o reacción, según los signos que tengan los incrementos de la entalpía y la entropía:

• se desprende calor (ΔH<0) y aumenta el desorden (ΔS>0): la reacción es espontánea siempre.
• se absorbe calor (ΔH>0) y disminuye el desorden (ΔS<0): la reacción no es espontánea nunca.
• se absorbe calor (ΔH>0) y aumenta el desorden (ΔS>0): la reacción es espontánea a temperaturas altas.
• se desprende calor (ΔH<0) y disminuye el desorden (ΔS<0): la reacción es espontánea a temperaturas bajas.

de algún modo, esto se puede considerar una metáfora de la vida. ;) la naturaleza siempre tiende a los procesos que desprenden energía, y en los que aumenta el desorden de las partículas. cuando los dos factores son favorables, el proceso siempre es espontáneo. cuando los dos factores son desfavorables, el proceso nunca es espontáneo. y cuando un factor es favorable y el otro desfavorable... pues habrá que ver.

en cualquier caso, hay que tener cuidado con los procesos fuertemente exotérmicos. :O

en un vídeo que grabé y subí a facebook hace unos meses, planteaba la pregunta de si el amor consumía energía o desprendía energía. todavía no lo tengo claro. :D

aprender

 

la capacidad del cerebro para adquirir nuevos conocimientos, se denomina neuroplasticidad. tiene sentido, ya que en física se dice que un material es ‘plástico’ cuando puede cambiar su forma si se le aplica una fuerza. la neuroplasticidad, por tanto, nos habla de cómo el cerebro puede adaptarse a la nueva información que recibe y a las experiencias que acumula.

siempre se ha considerado que esa adaptabilidad del cerebro es mayor cuando somos niños. está comprobado que los niños tienen más facilidad para aprender idiomas, por ejemplo. y las experiencias de la infancia y la adolescencia siempre se quedan más grabadas.

en mi caso, esa persistencia de los recuerdos y los conocimientos adquiridos en etapas tempranas, es muy marcada. recuerdo a mis compañeros del colegio -con sus nombres y apellidos- como si les estuviera viendo ahora mismo; me sé de memoria los discos que escuché por primera vez cuando era adolescente; me siento en mi zona de confort al releer libros y comics que descubrí en esos primeros años...

con las asignaturas, también me pasa algo parecido. si tengo que explicar matemáticas, física o química de nivel bachillerato, quizá tenga que repasar algún tema antes, pero lo vuelvo a recordar con facilidad. en cambio, se me hace muy cuesta arriba tener que explicar álgebra, estadística o cualquier otra asignatura de nivel universitario. son cosas que estudié cuando mi cerebro ya no era tan absorbente, lo cual ha propiciado su olvido al no haber tenido que volver a usarlas.

sin embargo, no debemos ser pesimistas. en los últimos tiempos, se ha llegado a la conclusión de que el cerebro sigue conservando cierta plasticidad en edad adulta, después de todo. las experiencias que adquirimos obligan al cerebro a adaptarse, creando nuevas conexiones neuronales... es decir, aún estamos a tiempo de aprender cualquier disciplina o actividad nueva para nosotros. ;)

pero tampoco vamos a negar lo que comentábamos al principio, que los conocimientos y recuerdos de la infancia dejan más huella. a vosotr@s también os pasa...?