tintín y milú estaban en shanghai, en la aventura ‘el loto azul’. pero yo no necesito ir a una ciudad china para perderme, me basta con acercarme al barrio de aluche. :P
“las ecuaciones son lugares en
los que perderse un millón doscientas cuarenta mil treinta y tres veces”.
bueno, hay ecuaciones y ecuaciones. algunas son muy farragosas, otras son más concisas y elegantes.
imaginemos este problema de geometría:
qué ángulos tiene un triángulo
isósceles en el cual cada uno de los dos ángulos iguales es el doble del ángulo
desigual?
llamamos α al ángulo menor y 2α a los
dos ángulos mayores, obligamos a que la suma de los tres dé 180º, y despejamos.
ahora vamos a complicarlo un poco más:
si asignamos la longitud 1 al lado menor de nuestro
triángulo, cuál será la longitud del lado mayor?
si trazamos la bisectriz del ángulo de 72º, obtenemos un nuevo
triángulo semejante al primero. (como una copia a escala reducida, con la
mismas proporciones)
vamos a aplicar el teorema de thales, que en realidad es una
especie de regla de tres: la proporción entre el lado largo y el lado corto del
triángulo morado, debe ser la misma proporción que entre el lado largo y el
lado corto del triángulo rosa.
la regla de tres nos da una ecuación de 2º grado, y al resolverla obtenemos
la longitud desconocida:
(1+√5)/2 = 1,61803... el número áureo!!
el triángulo que hemos estado analizando es el mismo que forman el lado de un pentágono regular y dos de sus diagonales. es decir, la proporción entre la diagonal de un pentágono y su lado es el número áureo, también llamado ‘número de la belleza’.
pues tenía razón la autora del libro, entre tantas ecuaciones
podríamos llegar a perdernos...
el sentido de la orientación no es mi fuerte. si algún día voy a
tu ciudad y me pierdo, ya acudirás a mi rescate. ;) o viceversa, si vienes tú a
la mía, bella amiga. :*
No tenia actualizaciones tuyas recientes y he tenido que buscarte. publicas los domingos, justo en fin de semana que no suelo mirar el blog, pero te echaba de menos. Un abrazo
ResponderEliminarMe perdí entre tus ecuaciones... y yo, a veces, me pierdo en mi propio barrio.
ResponderEliminarAbrazos
Un besote Chema, feliz otoño, que estés disfrutando de tu lectura. Besos.
ResponderEliminarEn la segunda ecuación me perdí un poco, pero creo que conseguí encontrarme de nuevo.
ResponderEliminarNo sé qué me alucina más, Chema, si tu manejo de de las ecuaciones o que siempre pongas la imagen de Esther adecuada.
Un abrazo enorme.
El sentido de la orientación tampoco es mi fuerte, te entiendo perfectamente!! El número áureo me encanta por lo de la belleza, pero me ha gustado enterarme de que es 1,61803...
ResponderEliminarY la figurita de la estrella de cinco puntas (que tanto utilizan mis chicas, sobre todo Estrella), coincidente con un pentágono. Muy chula!
Besos