el reto que nos proponía nuestra amiga ginebra para el mes de abril se titulaba pros y contras. lo escribí del tirón durante la noche del 28. elegí dos de las imágenes que nos debían inspirar para nuestros textos. espero que os guste. :)
Azucena sentía que no estaba viviendo la vida que ella
quería. Estudiaba una carrera para la que no tenía vocación, y se encontraba
rodeada de un entorno familiar que no la comprendía, no la dejaba ser ella
misma.
Un día, de manera inesperada, sobrevino un apagón generalizado en todo el país. La primera señal que percibió Azucena fue una caída de Instagram. Pronto comprobó que era un problema de la conexión a Internet en general. Pero, al pulsar el interruptor de la cocina de su apartamento, dedujo que se trataba de un apagón en toda regla.
Se le ocurrió salir al rellano y vio a unos vecinos que subían andando, ya que no funcionaban los ascensores. La avería parecía extenderse a todo el edificio. Sin embargo, cuando bajó a la calle para ir al supermercado vio con sorpresa que no funcionaban los semáforos, por no hablar de la falta casi total de cobertura para los teléfonos móviles.
“Un apagón en todo el barrio, ya ha pasado alguna vez”. Pero las conversaciones que escuchaba daban a entender que el problema afectaba a toda su ciudad. Entonces, en un momento en que la cobertura se restableció fugazmente, recibió un mensaje de una amiga de otra comunidad autónoma, donde se encontraban igual.
Tras hacer algunas compras en el supermercado -incluyendo unas velas para la noche-, regresó a casa llena de angustia. Azucena tenía una mente muy inquieta, y cualquier contratiempo le removía todo tipo de pensamientos catastrofistas.
De repente se acordó del vídeo viral en el que Chris Martin, líder de la banda Coldplay, confesaba
sufrir depresión y ofrecía algunos consejos para sobrellevarla. Entre ellos, lo
que llamó “free form writing”: escribir tus pensamientos durante unos
doce-quince minutos, y después destruir las hojas.
Así que eso hizo nuestra amiga. La primera idea que se le pasó por la mente fue un cambio de vida, y para ello escribió un listado de pros y contras. Se planteaba dejar su carrera de ingeniería que no la llenaba, y matricularse en ciencias matemáticas de cara al año siguiente. Mientras tanto, buscaría un trabajo para mantenerse económicamente y estar ocupada. Y a ella no se le caían los anillos por aceptar un trabajo que algunas mentes elitistas considerarían como no cualificado...
Los pros eran evidentes: cumplir su sueño de estudiar la carrera que ella realmente quería, adquirir experiencia laboral y conocer a nuevas personas durante el proceso. Los contras, recibir presiones familiares por abandonar una carrera de la que ya llevaba dos cursos completos aprobados, por no hablar de que tendrían que contar a sus pijo-amistades que su hija trabajaría de cajera de un supermercado para sufragar sus gastos. Pues cuando supieran que Azucena estaba buscando vivienda en otro barrio más humilde -y acorde con su personalidad- les podría dar un parraque.
Nuestra amiga se visualizó en su actual situación con semblante
triste, sentada sobre un montón de escombros. Así lo describió en su escritura
improvisada, y además añadió un dibujo en el que aparecía ella en ese escenario
caótico, descalza, lo cual daba mayor sensación de vulnerabilidad.
Totalmente distinta era la imagen metafórica de la nueva vida que planeaba: se visualizaba en un campo lleno de bellas flores, con expresión soñadora. Probablemente también iba descalza, pero esta vez pisando sobre la hierba blanda y fresca.
Cuando la tarde caía, y la luz del sol que entraba por las ventanas empezaba a ser insuficiente para su ejercicio de escritura, observó que los semáforos funcionaban de nuevo, eso era buena señal. Un rato más tarde, volvió la luz eléctrica y con ella la conexión a Internet. Podría volver a comunicarse con sus amistades, como Ginebra. Le escribió para preguntarle si había vuelto la luz en Valencia.
Tras las largas horas de incertidumbre, Azucena se dispuso a darse una ducha y cenar. Pero antes, se preguntó qué hacer con las hojas que había escrito. En lugar de tirarlas, decidió guardarlas en su carpeta. De vez en cuando las releería, y eso le daría ánimos para conquistar sus sueños.
Un apagón peninsular le ayudó a cambiar de vida, puede englosar la lista de cosas buenas, imagino que menor que las malas pero , con una buna ya me alegro. Que bien que te sumes a la propuesta de Ginebra y nos dejes tu relato. Felicidades y abrazos
ResponderEliminarChema, a veces las dificultades nos impulsan a ser creativos, es cierto...Nos cuentas una historia muy real, todos hemos pensado y reflexionado el día del apagón...Unos cambiar de vida, otros mejorarla, así que no sólo a ti te ha servido para escribir esta historia, de la que sales muy airoso...Te felicito por ello y espero que, si vuelve a ocurrir tengamos víveres, linternas, paciencia y buen humor para superarlo, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi ánimo, Chema.
Un enfoque muy bueno tú texto, debatirse entre lo que ella quiere y los demás desean de ella.
ResponderEliminarEso, suelo acarrear muchos conflictos interiores, ojalá sea ella misma, se decida por lo que realmente le haga a ella feliz.
Me gusto mucho tu aporte. Muy real y el apagón lo más jajaj.
Esas hojas escritas le darán el valor para decidirse.
Un besote grande .
Una situación tan real como la vida misma, uno de esos momentos que mueve en ti algo dormido, algo postergado, algo que despierta para empezar a latir con fuerza. Es un relato buenísimo, Chema; como un canto a la esperanza de buscar la felicidad y tenerla al alcance de su mano. Enhorabuena, te ha quedado bordado!!
ResponderEliminarQué buena historia te ha salido para el retro; le has sacado mucho partido al apagón. A veces esos impactos inesperados despiertan ideas, mueven, impulsan.
ResponderEliminarMe gusta mucho cómo has relacionado las imágenes con el paisaje interior de la protagonista. Y la técnica de superar la depresión escribiendo (válida para cualquier neurosis también) me parece excelente.
Pura luz y esperanza tu historia!
Un abrazo! :)
Mmm...has estado muy lúcido e iluminado a pesar del apagón q vivimos en esta entrada CHEMA : ) Absolutamente motivadora esta entrada y por si fuera poco tu estupenda historia , este video de Chris Martin, dando truquillos para superar esos procesos depresivos q desgraciadamente tanta gente sufre. Pero bien por Azucena ! no es fácil pegar un giro al volante de una vida, visualizar las opciones es complicado aunque si te ves descalza sobre escombros frente a un campo lleno de flores, desde luego no hay color ..: ) Ser capaces de sacar algo positivo de lo q sea y sobre todo de d lo negativo de un apagón q a todos nos pillo a contra pie, creo q es la mejor forma de afrontar las dificultades de la vida , siempre podemos más de lo q imaginamos y tenemos muchísimas más opciones de las q visualizamos, así ya te puedes poner manos a la obra con tu inmensa lista d pros para ser todo lo feliz q mereces, un abrazo muy muy fuerte Chema, enhorabuena por esta entrada y feliz finde!
ResponderEliminar¡Hola, Chema! Azucena ha tenido mucha suerte por disponer de efectivo, ya que ha podido abonar su compra en el supermercado.
ResponderEliminarPartiendo de cómo reaccionamos ante unas horas sin energía eléctrica, es bueno recordar, tener presente a las personas que viven en la Cañada Real sin luz desde hace años.
Feliz semana. Bstes.
Yo creo que el apagón del lunes, a mas de uno le ha dejado reflexionando sobre su vida al levantar la vista de una pantalla. Creo que esa tarde, la gente se relacionó mas que nunca de forma diferente y aprendió cosas que no se esperaban.
ResponderEliminarEspero que Azucena siga sus sueños, que vida solo hay una.
Un besazo Chema!
Cuando escribo mis diarios siempre tengo el propósito de tirarlos, pero nunca lo hago. A veces he releído alguno y sí que ayudan a refrescarte ideas y viejos propósitos. aunque entiendo el porqué de tirar las hojas de la técnica de Chris Martin.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Chema.
Bsss
Me encanta Chris Martin.
ResponderEliminarRespecto al relato, me parece muy motivador.
Nadie tiene derecho a decidir por los demás, ni a hacer que se sientan mal por las decisiones tomadas. Si alguien no se siente bien con su tipo de vida debe cambiarla. No de golpe, dando pasitos, pero quedarse ahí donde no te entienden, pues no.
En una de mis series favoritas, Anne Shirley, una vieja profesora está en un bucle de rencor y soledad y le dice a la protagonista, cuando la anima y motiva, que ella ve las cosas diferentes gracias a su infancia feliz. La protagonista hace que comprenda que las cosas no funcionan así y que nunca es tarde, la invita a su casa, sale de su triste entorno y poco a poco inicia un cambio de vida. Lo he resumido mucho para decir que siempre se puede volver a empezar.
Seguro que tu protagonista encuentra el valor para ser feliz.
Me encantaría leer una segunda parte.
Muy feliz semana.
Hola Chema, menos mal que lo escribiste del tirón porque te quedó fenomenal, espero que logré sus sueños. Un abrazo
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