una alumna mía ha sacado un 8 en un examen de integrales. la verdad es que, mientras
estoy haciendo de profe particular, dejo aparcados todos los pensamientos
intrusivos. es una de las pocas áreas de mi vida en las que me siento adecuado,
como pez en el agua.
un problema típico de integrales es calcular el área encerrada entre las gráficas de dos funciones. aquí tenéis un ejemplo que he preparado.
como veis en el dibujo, son una parábola ascendente y otra
descendente, que quedan entrelazadas entre sí. parece que se están dando un
beso. ;)
estoy leyendo la novela ‘los nombres propios’ de marta jiménez serrano. ayer me llamó la atención un párrafo en el que mencionaban varios conceptos matemáticos.
Igual que hasta hace diez días desconocías la inclinación del eje de rotación de la Tierra y, desde que lo sabes, entiendes que siempre ha sido de 23 grados y 27 minutos, con esa misma certeza planetaria comprendes que, si bien no lo has sabido hasta hoy, tu amor ya existía de antes. Como necesitas una certeza, te la inventas. Tu amor. Tu amor que existe como existen las fórmulas de las ecuaciones de segundo grado, o la taxonomía de las corrientes anarquistas, o la estructura del soneto clásico. Tu amor eterno, no porque vaya a durar siempre, sino porque existe desde siempre, desde que se tallaron las piedras de la Acrópolis, desde que los bípedos se irguieron, desde que los planetas giran en órbitas que el ser humano ha sido capaz de medir solo muchos siglos más tarde.
mientras escribo esta entrada, estoy escuchando a barbra
streisand. es un doble cd recopilatorio por orden cronológico. ahora estoy con
las canciones de su primera época, que suenan a música de película antigua -dicho
sea como algo bueno-. luego ya vienen woman in love y otras que nos quedan más
cercanas en el tiempo.
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