esta tarde he ido a dar un paseo por vallecas. en el autobús
he empezado a leer ‘fuego en la garganta’, la nueva novela de beatriz serrano. en
la sinopsis se describe a la protagonista como una chica que busca su lugar en
el mundo. yo me siento un poco así últimamente.
la semana pasada hice un intento de retrato de la autora, a
quien ya conocía por ‘el descontento’ -su primera novela-, y que soy afortunado
de tener dedicada por ella. paralelamente a los trabajos que hago en la
academia de dibujo, con la profesora guiándome y corrigiéndome, en mi casa sigo
practicando por mi cuenta.
en la foto, la academia a la que voy. lástima que estuviera
cerrada, con la persiana bajada pierde mucho. antes iba en autobús desde mi
casa, y si me sobraba tiempo daba algunos paseos alrededor. ahora voy casi
corriendo desde entrevías, después de dar clase de mates a una chica, y llego
con el tiempo justo.
muy cerca de allí hay una esquina en ángulo recto, en cuyos
dos lados perpendiculares hay un portal y la entrada a un mercado. lo considero
mi ‘rincón de pensar’. es una calle bonita, tranquila y con una ancha acera,
ideal para dibujar en perspectiva cónica. me gusta más dibujar rostros, pero
ayer la profe nos puso a tod@s un ejercicio de paisaje urbano.
como decía, busco mi lugar en el mundo. quiero aprender
nuevas actividades y descubrir realidades diferentes a las que conocí de
joven. no sé si alguien querrá acompañarme en el camino, pero si no es así, no pasa nada, lo haré
yo solo.
Hay momentos en la vida en la que uno se encuentra así, intentando buscar el lugar en el mundo que le haga sentirse bien. Son épocas, pero al final todo va poniéndose en su lugar.
ResponderEliminarSigue practicando con el dibujo, te gusta y no se te da mal.
Cuando estudiaba, en la Uni había una capilla preciosa, y solía entrar en ella y era mi rincón de pensar, el olor, la soledad, el silencio eran para mi los ingredientes perfectos para mi rincón especial.
Siempre vas a tener a alguien que camine junto a ti, amigos, familia y por qué no una pareja.
Un beso, chema