una de las cosas que más me ilusionan del verano son los
paseos diarios por la playa de la magdalena de santander.
los días que están nublados y lluviosos desde la
mañana y tampoco mejoran por la tarde, la playa está casi vacía. esos
días lo que hago es pasear por la pasarela de madera que hay sobre la arena.
este recorrido alternativo es más corto que el habitual, ya
que el camino acaba al llegar al restaurante que veis en la foto anterior.
caben tres opciones: dar media vuelta; descalzarse y seguir caminando por la
arena; o continuar a mano izquierda, en dirección a los jardines de la
magdalena.
me di cuenta de que esta zona por donde paseaba en los días
grises estaba llena de unas bonitas flores moradas de forma pentagonal. gracias
a mis amigas rosana y princesa nadie supe que se llamaban ipomeas.
me encnatan las ipomoeas, aquí las hay a raudales. De hecho, tenía la parte de atrás de mi patio cuajadas de ella hasta que llegó el verano y se resecaron. a esperar al año que viene, aunque no sé si podaremos todo ese verdezal salvaje y haremos un jardín más útil
ResponderEliminarChema, ya veo que estás de vacaciones en Santander. ¡Disfruta a tope de la playa, este año el verano está siendo genial en el norte!
ResponderEliminarMe ha encantado dar ese paseo contigo .Los días nublados tienen un encanto especial y el color de las Ipomeas se intensifica.Las mías cuando les da mucho el sol o hace demasiado calor se ponen mustias. Este verano que apenas voy a poder ir a la playa por el sol desearía pasarlo en el norte y disfrutar de sus días nublados
ResponderEliminarGracias por tu cariño
Bonito paseo playero. Creo que junto a esa playa llegué a estar... o no... quizá era otra jajajjaja
ResponderEliminarruth, las ipomeas ya se ve que son frágiles, siempre te encuentras alguna marchita. sí que estaría bien que os hicierais vuestro propio jardín. es otra manera más de personalizar la casa, que poco a poco la estáis dejando mucho mejor que como estaba...
ResponderEliminarshirat, qué alegría verte! sí, desde que he llegado ha habido más días buenos. ya he cogido algo de color... ahora espero algún día de estar subiendo la marea y de llegar olas muy fuertes, eso me gusta.
princesa, también tienes ipomeas en tu jardín? tienes de todo! es verdad, eso noté el otro día, estaban de un morado muy intenso. otras veces tiran más a azulado. espero que puedas encontrar la manera de darte algún baño de mar, que te hará bien.
geno, creo recordar que sí, hiciste una foto un día que llovía, te cayeron algunas gotas en la lente de la cámara y todo. y creo que era esta playa y yo te comenté algo, jeje.
Adoro pasear por la playa en los días nublados, tiene un encanto muy especial.
ResponderEliminarCómo me gustaría pasear también por esa playa. Con un clima tan ideal. Hace mil años que estuve en Santander. No veas lo que me apetece volver.
ResponderEliminarBesicos.
ses, sí que tienen encanto. antes los días que estaba nublado paseaba por una avenida que avanza paralela a la playa pero desde una mayor altura, y cuando veía desde allí la playa me daban ganas de estar paseando por la arena a pesar de estar nublado. por eso ahora voy siempre a menos que caigan chuzos de punta.
ResponderEliminaramelia, las playas de los peligros y la magdalena (que son una continuación de otra, aunque yo suelo llamar magdalena a todo) son una maravilla. en cambio el sardinero no me hace tanta gracia, a pesar de que sea más popular. aquí, como hay días nublados de vez en cuando, los días soleados se aprecian más.
Los días nublados hay que tener sobre la piel el doble de protección, querido amigo, pues además de que los rayos llegan y tú lo sabes bien porque te gusta la ciencia, también a través de nuestra piel puede entrar la melancolía de ese bello color gris!! Bss
ResponderEliminarmari cari, eso se dice por aquí, que aunque esté nublado no hay que fiarse porque el sol pega aunque no lo parezca. y se nota, también se coge color en esos días. con la melancolía hay que tener cuidado, no es bueno mirar la vida bajo un cristal de ese color, jeje. besos!!
ResponderEliminarGracias por tu correo.Tengo el ordenador de casa estropeado,en cuanto pueda te contesto
ResponderEliminarMuchísimas gracias por ese bonito detalle
Es un paseo precioso, Chema, me ha encantado hacerlo contigo aunque sea virtualmente. Y es que los paseos cerca del mar suelen relajar y llenarte de vida, al menos a mí me pasa. En cuanto a las ipomeas, yo tampoco sabía que se llamaban así pero me gustan mucho. No las he visto en Antequera, pero las recuerdo de Málaga, son muy llamativas. Sigue paseando y enseñandonos cositas. ¡¡Besos!!
ResponderEliminarprincesa, oído cocina! :) espero que se arregle pronto, para que puedas seguir contándonos en tu blog qué tal va todo.
ResponderEliminarmerchi, qué alegría leerte de nuevo! a mí también me sientan genial los paseos por la playa. voy por un camino que sigue toda la línea del puerto. este año hay que desviarse un poco porque hay un tramo con obras, pero no es mucho. las ipomeas es que me encantan, son de color morado que es de mis colores favoritos, y son de forma pentagonal, qué más se puede pedir? jeje. espero que tú también vuelvas a contarnos en tu blog cosas de los sitios donde has estado!
besos!!