quienes conocemos a nuestra amiga esther sabemos que se lava
el pelo de manera un poco obsesivo-compulsiva. yo me lo lavo a diario porque me
suda mucho la cabeza. si un día excepcionalmente no me lo lavo por lo que sea...
lo noto. soy como esther pero en hombre. :P
en cuanto a hábitos compulsivos, lo que más enraizado tengo
es lavarme las manos: desde que tenía 12-13 años hasta hoy. lo hago siempre que vuelvo de la calle, especialmente si
he montado en transporte público y/o he usado dinero.
últimamente he desarrollado cierta obsesión con la idea de
unidad indivisible. lo explicaré con ejemplos: si estoy leyendo un libro, no me
gusta interrumpir la lectura en medio de un capítulo. como mucho puedo hacerlo
en una subdivisión del mismo (a veces hay un doble salto de línea o varios
asteriscos para indicar que se cambia de escena), y con la condición de no
tardar mucho en retomar la lectura.
a veces las novelas están divididas en varias partes que
contienen varios capítulos cada una, en plan: I- el romance, II- la
pérdida, III- el reencuentro. si
he acabado un capítulo y el que va después pertenece a la siguiente parte, lo dejo
para el día siguiente. no me gusta terminar una parte de la novela y empezar otra nueva en un mismo día.
con la música me ocurre algo parecido, en cierto modo. a veces
escucho varios discos de un mismo grupo mientras hago cosas. cuando dos álbumes
son muy próximos en el tiempo y son breves, me gusta escucharlos seguidos como
si fuera un doble álbum.
esto sucedía típicamente con los dos primeros álbumes de
muchos grupos o artistas: beatles, dire straits, pretenders, phil collins, peter
gabriel, kate bush, rem... el segundo disco se lanzaba en cuestión de meses
después del primero, con el mismo estilo musical, los mismos músicos, el mismo
productor... lo dicho, en esos casos el segundo álbum es como una
continuación del primero, y por esa razón los considero inseparables.
cuando doy largas caminatas para ir a algún sitio o
simplemente por pasear, aunque me sobre tiempo no me gusta pararme ni desviarme
del camino previsto. en verano, en alguna ocasión veía chicas guapas de lejos
mientras paseaba, y ahora me arrepiento de haber sido tan maniático y no
haberme desviado para mirarlas más de cerca, sniff... bueno, también es verdad
que se me habría notado mucho, yo disimulo muy mal. ^_^
y qué decir de los números? en ocasiones me fijo en las
matrículas de los coches. la mayoría de las veces son números demasiado grandes
para descomponerlos en factores primos mentalmente, pero lo que sí puedo hacer
es identificar si son múltiplos de 2, 3, 4, 5, 6... utilizando los trucos de divisibilidad que este año he tenido que explicar repetidamente a mis alumnos.