jueves, 13 de octubre de 2016

el bocadillo


allá por 2007, poco después de las vacaciones de verano, dos compañeras del trabajo y yo nos fuimos a comer fuera. todavía teníamos jornada de verano, así que acabábamos sobre las dos de la tarde. tras dar muchas vueltas, al final entramos en un bar de la plaza de manuel becerra. sí que nos fuimos lejos, porque el edificio donde trabajábamos está en el barrio de prosperidad.

a mis compañeras-amigas las llamaré ricitos y princesa. en aquel bar pedimos un bocadillo cada uno. el mío era de jamón serrano sin más -sosaina que era yo entonces-, el de ricitos era de jamón con lomo y queso o alguna combinación así, y el de princesa no me acuerdo, pero era algo totalmente distinto -calamares, quizá?-.

trajeron un bocadillo que yo creía que era el mío. quise esperar a que trajeran los de ellas, pero estaban tardando muchísimo, y me insistieron en que empezara. y al cabo del rato, cuando iba por la mitad, nos dimos cuenta de que era el bocadillo de ricitos. yo había pensado que era el mío porque no se veía que llevara otra cosa más que jamón. las lonchas de lomo y queso eran de espesor microscópico, eran bidimensionales. y además, como mi bocata de jamón a secas era el más rápido de preparar, tenía sentido que lo trajeran antes que los otros.

al darme cuenta de mi metedura de pata, me quedé bloqueado sin saber cómo reaccionar. no seguí comiendo, con lo cual se quedó medio bocadillo abandonado sin que nadie lo aprovechara. si me hubiera pasado ahora, me lo habría tomado con más humor. y quizá habría ido a pedir otro bocata para ricitos, pagándoselo yo. pero en ese momento no se me ocurrió. las dos amigas trataron de quitarle importancia, pero yo no sabía dónde meterme.

poco tiempo después, me enteré de que se lo contaron a otra compañera que también era amiga mía, a la que llamaré gatita. un día gatita me dijo por el messenger: “oye, me han contado princesa y ricitos que os pasó algo el otro día, un malentendido con un bocadillo o algo así”. ellas estaban preocupadas por que yo me hubiera sentido ridículo, y gatita quería regañarme en plan de amiga por tomarme las cosas tan en serio.

de todos modos, estas chicas no debían de conocer aquel dicho de “lo que pasa en las vegas se queda en las vegas”. lo que ocurre en una quedada no debería salir de ahí. si aquel fallo mío lo hubiera tenido otra persona, yo no habría ido por ahí contándoselo a la gente, pero en fin...

aquel bar sigue existiendo. es la cervecería el barrio que podéis ver en la foto del principio. como decía, está en la plaza de manuel becerra de madrid. no recordaba exactamente en qué tramo de la plaza estaba, y he ido dando la vuelta hasta encontrarlo. por un momento temí que lo hubieran cerrado, y que en su lugar hubiera “una sucursal del banco hispano americano”, como decía una canción de joaquín sabina.

eso sí, lo han reformado. antes era como de azulejos blancos y azules. en cualquier caso, es un sitio acogedor y en el que se come bien. si algún día hacemos una quedada bloguera allí, os prometo que antes de empezar a comer me aseguraré bien de cuál es mi bocadillo. :P

19 comentarios:

  1. Pues no debe ser muy bueno el sitio si a primera vista nadie pudo diferenciar si el bocata era de lomo o jamón. Además, se supone que el bocata de lomo es calentito y el aroma se nota. No creo que metieras la pata porque ninguno se dió cuenta, además, el camarero debía haber anunciado el bocadillo y servirlo a la persona indicada. Cotillas aburri@s hay en todos lados, y más si es para mal meter o poner en evidencia.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, te quedaste pillado por el error y no supiste reaccionar, a veces pasa. La lástima ¡el medio bocadillo que te dejaste sin comer! jajajjaja Lo importante es que recuerdes la anécdota con humor

    ResponderEliminar
  3. Bah, no hay que hacer una montaña de un grano de arena. Como dice Aivic el camarero debería de haber preguntado para quién era el bocadillo. Peor hubiera sido si fueras vegetariano.

    ResponderEliminar
  4. Haberte comido el de lomo más el tuyo, hombre! Total...! jajjaja

    ResponderEliminar
  5. No pasa nada, chema, todos cometemos errores, es lo más normal, lo que pasa es que, a veces, no sabemos cómo reaccionar, a mí también me pasa lo mismo, que a veces, me quedo bloqueada ante algún error que haya cometido, pero otras veces, me sucede todo lo contrario, que se salir del paso, medio en bromas, es como mejor se toman las cosas, aunque lo que sí debiste hacer es comerte el bocadillo entero ¿para qué dejarlo ahí ya?

    Besos, chema.

    ResponderEliminar
  6. Las meteduras de pata, siempre las recordamos, normalmente las chicas contamos muchas de las cosas que nos pasan, como anegdotas! no para ridiculizar; pero si me ubiera pasado a mi, me abria disculpado y reido ala vez, del corte :P

    ResponderEliminar
  7. Anda Chema!!!
    que yo últimamente paso mucho tiempo en el barrio prosperidad!! Qué bueno
    Y conozco bien la plaza de Manuel Becerra, jejejeje
    Alguien al que quise como a un padre, pero más aún, cuando le contaba alguna vez cómo había metido la pata, cosa que hago muy frecuentemente.... aunque fuera muy grave, siempre me decía -" ¡¡Ya la sacarás!! no pasa nada"- y este ha sido mi consuelo todos estos años jejejeje
    Un abrazoooooo,

    ResponderEliminar
  8. pues a mi me parece una anecdota bien simpatica

    ResponderEliminar
  9. aivic, también es verdad, la chica podía haber dicho "ah, éste es el mío", pero los tres pensamos que era el de jamón a palo seco. si es que cualquier se coloca de camarero, y en el mundo de la hostelería también hay que saber hacer bien las cosas!

    geno, mis amigas me decían que terminara de comerlo, pero qué fácil decirlo, después de que ellas fueron las que me hicieron ver mi error! :D

    gen, no tiene importancia, pero me resulta divertido recordar estas situaciones embarazosas ahora que soy más viejo y más sabio que entonces. ;)

    ruth, dos bocatas de esos me habrían dado mucha sed, jeje. por cierto, por aquel entonces no bebía cerveza, no sabía lo que me perdía. ;)

    besos!!

    ResponderEliminar
  10. maría, es verdad, se quedó medio bocadillo desaprovechado. si tanto las chicas como yo hubiéramos tenido más edad y experiencia, podríamos haberlo tomado a broma y habernos echado unas risas. de todo se aprende.

    bertha, yo ahora habría dicho alguna cosa de coña, en plan "qué tragaldabas soy, que me estoy comiendo lo de los demás!". y sí, las chicas cuando os juntáis tenéis mucho peligro, jeje.

    itzi, mira qué casualidad! pues si te veo por la calle cuando estés por madrid, seguramente sabré reconocerte, así que ya te saludaré. :D mi madre también dice que cuando se mete la pata hay que sacarla. ;)

    áfrica, sí que estuvo simpático, aunque en ese momento me diera vergüenza. tengo una áfrica en mi facebook, eres tú?

    besos!!

    ResponderEliminar
  11. claro que en ese momento te diera verguenza,ademas hay veces que dirias tierra tragame

    segun algunas situaciones con las que nos encontramos en la vida jijijij

    y Africa pues si solo tienes una en el fc,soy yo misma jijij
    besazos

    ResponderEliminar
  12. Chema, con los años vamos adquiriendo más recursos para capear las cosas... y saberlas tomar con humor... no quiero recordar cierto desastre sobre zapatos... pero me reí un montón recordándolo...
    Yo me como tu bocata si te comes el mío antes, no hay problema.

    Mil besitos.

    ResponderEliminar
  13. Muero con el guiño a Sabina jajajaja

    La verdad es que te podías haber terminado ya de paso el bocadillo jaja pero a toro pasado es todo más fácil. Y tus amigas un poco cotillas xD

    Besos

    ResponderEliminar
  14. Una equivocación la tiene cualquiera, yo me lo hubiera tomado con el sentido del humor que me caracteriza y ya está. es un bocadillo que más de lo que lleve dentro mientras se pueda comer hay que disfrutar y listo. Estoy de acuerdo contigo lo de casa se queda en casa, pero...

    Besos y feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  15. auroratris, cuando te pasó eso me quedé tranquilo al saber que una amiga tuya vendría y te resolvería el problema. me habría gustado quedarme a hacerte compañía, pero tenía el móvil sin batería y si me llamaba mi madre se iba a poner histérica, jeje. en cuanto a lo de los bocatas, la solución que propones es perfecta! ;)

    eva, cuando fui a hacer las fotos de ese bar para ilustrar el post y empecé a recorrer la plaza y no lo encontraba, pensé "a ver si ha pasado como en la canción de sabina y ya no existe el bar, y han puesto un banco en ese local". :D

    rosana, también es que esas chicas me tenían demasiado 'respeto', por decirlo de alguna manera. por eso prefiero a un tipo de chica más gamberra, que me dé caña cuando haga falta. :D el humor siempre quita tensión a las situaciones.

    besitos!!

    ResponderEliminar
  16. Muchas cosas así recuerdo yo de otras épocas de mi vida, creo que a todos nos ha pasado algo similar. A veces nos quedamos cortados ante una situación y luego, al cabo de los años, nos decimos: pues vaya tontería, con haber hecho esto o lo otro hubiese estado todo resuelto. Pero en fin, como dicen por mi tierra, a toro pasado todo es perfecto. El bar parece un sitio agradable. Si voy a Madrid algún día de estos te aviso y nos tomamos un bocata allí, jejeje... Besitos, guapo.

    ResponderEliminar
  17. merchi, así es, la experiencia lo es todo. yo por aquel entonces tampoco es que fuera un niño, pero es que siempre he sido muy tardío para adquirir habilidades sociales y para todo, jejeje. eso eso, si vienes a madrid haremos una miniquedada!! :)
    besitos!

    ResponderEliminar
  18. Es que hay que levantar la tapa hombre jejej
    A mí me ha pasado y esa persona comérselo tan campante y decir "pues te comes el mío" pero a mí el suyo no me gustaba :@ Que cualquiera se equivoca pero no vayas de digno jolín jejeje
    Besos

    ResponderEliminar
  19. pirulí, esto ocurrió hace nueve años y ahora lo estoy recordando con ironía. ;) es verdad que antes me tomaba más en serio a mí mismo, ahora nada. en mi muro de facebook siempre estoy riéndome de mí mismo por cosas que me pasan. :P
    besos!

    ResponderEliminar